Después de once meses, mañana volveré a incorporarme a mi trabajo. No crean que ha sido fácil. Definitivamente todo proceso es complicado de principio a fin. No puedo decir que tenga miedo de volver a trabajar, es solo que, el regresar a la normalidad de antes del cáncer es más complicado de lo que parece.
Después de un tiempo donde toda la atención ha estado centrada en mi, pareciera que esta se diluye... porque ya estoy bien.
Hace casi un año, estaba muy preocupada por lo que iba a hacer con mi tiempo sí no iba a trabajar; ahora pienso como me voy a organizar para asumir mi trabajo y las otras cosas que hacía cuando no tenía que ir a la oficina. No quiero dejar de ir al grupo de apoyo, no quiero dejar de pintar y a U... es un regalito para mi que quiero seguir disfrutando.
Sin embargo, me regaño y me acuerdo que debo disfrutar lo que tengo ahora, ya me iré acomodando nuevamente. Por lo pronto sólo quiero pensar en lo afortunada que soy. Vuelvo a mi trabajo con mi familia más unida y madura que antes. Estoy rodeada de personas que verdaderamente se preocupan por mi y estan disponibles para ser mi red de apoyo cuando lo requiera.
Tengo un trabajo que me está esperando y gozo de salud para volver, pero ahora tengo muy claro que no soy indispensable, ni soy la mujer maravilla para solucionar todo.
Dios ha sido magnánimo conmigo. Me pasó por un desierto, pero agarrada de su mano y asistiendome en todo momento. Soy afortunada... estoy viva y lista para empezar un nuevo reto.
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